domingo, 12 de octubre de 2008

Declaración nº 1001

De fondo el sonido de leves notas de clavicordio, y ensañadas dagas de luz fluorescente que penetran hasta las muñecas; la luz es tenue y lejana pero arde como si despellejara a cada intermitencia. Los globos de los ojos como estrellas.
Enrabiado hay que levantarse del suelo, sacudirse el polvo y mirar a la vieja parca, hungida en sudor, con su toga negra pendulándo sobre el suelo y bambuleando las brumas densas que reptan en todas direcciones, para después reposar en el cenagal que se le arremolina en los pies; aún así dedico la sonrisa de payaso, el saludo cortés y comienzo a caminar en dirección Infierno (locura sintomática de algo; Limbo, segunda salida a la izquierda y después todo recto).
Se acentúa el sonido, cada vez más quebradizo y agudo,y veo a los ángeles más fieros con los cinturones ceñidos y las alas escamosa sentados en las butacas del cine gore; el gore más suculento y cruel, no se parpadea porque sería perderse el festín de almas, algo imperdonable. Locura sintomática de algo (ViP-very important people-, diferente de "bip", primeras palabras de Sputnik, al revolotear por la estratosfera).
El sonido hiere los tímpanos a rabiar, la sangre se coagula y el rayo recorre el cuerpo- primero va de la cabeza al pie izquierdo, luego sube al brazo derecho hasta llegar a la muñeca y después viaja vía directo al miocardio; autopista libre, viaje al kilómetro 0 y reinicio de sistema.
Locura intermitente, sintomática de algo; sea pues Señor...por ello...apostasía innegable, crímen imperdonable...seguro lo merezco.

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