lunes, 3 de marzo de 2008

COMA 4

" Leer demasiados libros es peligroso."(Mao Tse-Tung)
e aquí la prueba.
Era un limpia botas, un joven de unos quice años más o menos. Le ocurrió un día, mientras solicitaba el cobro a un cliente, que este parece ser no tenía dinero alguno encima y dió al chico un pequeño regalo, era un libro.
Si bien el adolescente no sabía leer ni escribir tenía un gran ingenio y curiosidad innatas, así que ingeniándoselas, a negocios con sus clientes; para que evitaran el pago, estos debían decirle el abecedario entero pronunciándole por fonética una y otra letra, que el iba memorizando con increíble facilidad. En días conocía ya más de cien compuestos silábicos y en dos o tres semanas aprendió a leer su libro.
Lo remató rápido, como de una estocada en el lomo, pero su nuevo don lo apasionaba y emborrachado de prosa quería aún más. Un día se presentó, en el lugar ese donde ahora duermen los mendigos en New York, y uno tras otro devoraba libros y libros sin parar; mató los más infantiles cuentos y luego las historias fantásticas medievales, seguidas de escritos de Historia, Arte, Ciencias, Filosofía...
El joven se volvió erudito en sus temas y mantenía conversaciones largas con altas figuras de las distintas ramas.
Lo peor del cuento llegó después, cuando el chico veía que los libros no acababan nunca y que sus esfuerzos por matarlos todos era inútil. Decidió empezar a comerlos. Tragaba entonces las hojas, para aprender más deprisa y condecorarse todo el saber. Arrancaba las páginas y las engullía, ahora ya sin leerlas; devorando un día las Luces de Bohemia y otro las Veinticinco recetas más afrodisíacas.
Su intelecto era ya único en el mundo, cuando murió. Había sorbido su última página de la Biblioteca de Babel de Borges.
Estalló, según me dijo mi enfermera un día de Marzo. La tinta negra como la pez, llovió ácida sobre las pocas poesías y cuentos que el sabio había dejado con vida, mientras se comía el mundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Está guapo, el relato, si, muy Julito.

Oye, pero es "negro como la PEZ", no "negro como la tez".
A no ser que quieras hacer una ruptura de frase hecha. El chaval era negro?? xDD

Venga, sigue escribiendo y deja comentarios en mis relatos, mariquita.

Xao, cronopio

alejandro dijo...

No fue un lapsus...esta ahi a posta ¬¬; ueno no mentira me e eqivocao .....PERO TU CALLA

Y tu eres un FAMA.

Anónimo dijo...

me estas llamando fama??????
si ya sabes que soy un gran cronopio

por cierto, podrias cambiar tu actitud y ser mas agradable por una vez... hieres mis sentimientos... :'(

te odio, perseguido

alejandro dijo...

Jaaaaaa, para demostrar amabilidad debe existir antes el afecto o la educación, y yo no controlo de ninguna de las dos cosas....

Por cierto "perseguido", no s a q viene pero seria uen titulo pa un relato...mmmm.xD