sábado, 16 de febrero de 2008






BOMBAS.

Después de tanto tiempo, de tantos viajes, (de más idas que venidas) me di cuenta de la verdadera configuración única universal que nos ilumina haya en el fondo. Son esferas de poder y juegos de azar, son bombas.
Todas ellas relojería, son artilugios complejos en su forma que actúan de una forma mecánica y consecutiva- como bandadas de pájaros que no se estrellan contra los cristales de Madrid-. Se activan con el primer impulso, la primera gracia divina que las detona dejándolas caer desde lo más alto y sonríen mientras como meteoritos se estrellan y se adhieren contra las cabezas de los agentes de bolsa, las amas de casa e incluso los niños del parque.
Sus meticulosos sistemas internos se confrontan a su apariencia simple de los dibujos animados. Al principio todo nace en calma, hay un ensordecedor silencio mientras el agente de bolsa grita su suerte, el ama de casa llora su desgracia y el niño del parque devora un polo de limón. TIC TAC, se escucha el reloj de fondo mientras se descuenta hasta cero, se contrae el estómago y se tapan los oídos (Todos distintos y avanzando precipitadamente, a través de hilos de histeria y locura hasta un único punto que los vincula y los atrapa en telas de araña empapadas en resina).
De pronto ¡BOOM!, el mundo vibra, la gente grita, llora y ríe; algunos advierten.
-¡Explotó la bomba!- A lo que otros contestan.-Pues ya era hora- mientras relajan los músculos y esperan el fuego eterno.
Llega entonces la onda expansiva y la deflagración, la destrucción total de cuerpo, el clímax, la común-unión y todo se vuelve más blanco, azul e incluso violeta. Atrás quedaron los estúpidos que cerraron los ojos y se tiraron al suelo, para poder levantarse el lunes a llevar a los niños al colegio.
Desde arriba, en lo infinito, el fuego de sus compañeros se descompone en micro partículas que palpitan en lo más profundo del cosmos, latiendo como estrellas nacientes formadoras de nuevas galaxias.

No hay comentarios: