lunes, 18 de febrero de 2008

MANUAL DE INSTRUCCIONES:

Como contemplar la muerte, sin morir del todo en el intento.

La verdad es que al principio un solo ve la popular luz centelleante al final del conocidísimo túnel, que describe toda esa gente que se cree a punto de morir. Y ciertamente, puede que mucha de esa gente casi muera o muera definitivamente, dependiendo del correcto uso que se haga de este manual.
Primero debe llegarse al nivel óptimo de unión a la muerte. Este punto es el enclave justo que separan “muerte” y “vida”, y que encontramos en esa boca de metro, en ese túnel de paso que se ha citado anteriormente. Para lograrlo uno debe estar tan solo lo suficientemente muerto; y la pregunta es ¿cómo se sabe cuando es lo suficiente?, en este punto es donde entra el brillante haz de luz.
La luz podemos llamarla perfectamente Muerte, porque si uno la toca ya puede olvidarse de regresar. En cuanto a lo muerto que a de estarse, esto lo definiremos por la cercanía que se tenga de la luz. Se debe ser sumamente preciso debido a que un excesivo acercamiento, puede provocar en el alma un estado embriagador e hipnótico, un éxtasis de tal magnitud, que se verá irresistible a unirse a ella, mientras que el permanecer demasiado lejos impide vislumbrar con claridad lo que dice en la Luz. Y en este punto llega la parte más curiosa de la historia que es ¿Qué pone en esa Luz? La respuesta, la conoce un servidor y es tan sumamente compleja de explicar, que mucha gente “viva” puede ya haberla olvidado o simplemente ocultado bajo su egoísmo antinatural. Lo que aparece en la Luz es y a la vez no es una simple palabra. En principio, uno vislumbra claramente los siguientes signos colocados consecutivamente; primero una V, luego una I, después una D y por último una A. La palabra que surge uniendo estos signos, es muy clara para todo aquel que jamás viese tal palabra como la vimos los “semimuertos”. En realidad cuando un alma consciente ve dicha palabra allí escrita, uno no es capaz de descifrarla. Entiende los signos pero no los comprende y podría estar todo el “tiempo” (concepto bastante relativo en ese lugar) que quisiera mirándolos que no conseguiría ver lo que pone. Por ello una vez que uno vuelve de ese lugar y recuerda la palabra, se crean una frustración y una rabia tales que entran ganas de intentar volver a morirse, lo cual aconsejo no lo intenten porque no sirve de nada.
En segundo lugar y una vez que ya hayan logrado mirar los signos, es necesario conocer cual es la forma de volver. Debe recordarse, que no se debe mirar a la Luz directamente demasiado “tiempo” porque puede engullirnos, por esto lo más sensato es dirigir miradas rápidas hacia ella siempre con gran precaución. Pues bien, una vez visto el “mensaje” la forma de regresar es más complicada aún y muchísimo más desagradable. Consiste en que con los “pies” tiene uno que palpar a su alrededor. En el momento que se tope con una especie de charco pringoso y pegajoso (algo así como una resina) tiene que agarrarse a él con los “dedos”y con fuerza procurando no soltarlo. Si descubre dicho charco ha de saber que se trata de un recuerdo. Los recuerdos son lo único que permite a uno traerlo de vuelta, así que si los encuentra (mejor si son más de uno) hay que intentar mantenerse pegado a ellos tanto “tiempo” como sea necesario. Poco a poco se podrá observar como la Luz se irá ahogando en lo oscuro, hasta convertirse en un micro punto y finalmente acabará por apagarse.
En cuanto la Luz desaparezca, los recuerdos comenzarán a tragarlo lentamente y se notará una sensación desagradable y de malestar general en todo el cuerpo. Esto es normal, pero no hay que preocuparse porque este malestar no suele “durar mucho”. Si realiza las funciones al pie de la letra estése seguro de que no tendrá ningún tipo de problema cada vez que se tope con la muerte. En caso de descontento con estos consejos se le devolverá su dinero siempre y cuando presente el correspondiente ticket en el plazo indicado.




Alejandro Abelenda.(-amago de imitación al MAESTRO.xD-)

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